Todo pasa y todo queda…
Antonio Machado
La vida cambia y trasciende, va más allá. A veces creemos que nos debe algo, que no es suficiente lo que nos ha dado. Es entonces cuando el silencio interior habla para explicar lo que no nos había quedado claro. Lo que creímos que no tenía respuesta y… entonces surge ese momento mágico en el que exclamamos: ¡Ah, ahora entiendo!
Cuando construimos un sueño creemos que se va a materializar tal como lo hemos imaginado. No, eso no es así casi nunca, enfatizo el casi para darle oportunidad a los crédulos que creen que será tal cual.
Generalmente hay que deshacerse de las formas soñadas, mas no del fondo, así, sin soltarlo, descubrimos aquello que un día no vimos y no entendimos. Y es entonces cuando podemos seguir construyendo sueños con un nuevo sentido.
El horizonte se abre frente a nosotros y vemos el presente con otros ojos, el pasado, como la huella que permanece y el futuro como nueva oportunidad para volver a soñar los nuevos sueños que nos llevarán a seguir dejando esa huella, pero con nueva sabiduría adquirida, ¡porque ahora reconocemos que “todo pasa y todo queda!, y le damos importancia.
Hay que seguir soñando y hay que seguir buscando nuevos horizontes porque lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos. Como propone Antonio Machado.
Ilustración: Fotografía de Sabina Rich Music en Unsplash
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