Bendita sea la rama
que al tronco sale…
(canción popular española)
Soy la que soy por venir de quien vengo y, aunque ninguno de los que me antecedieron: abuelos y padres, para no ir tan lejos, vuelvo a decir, aunque ninguno de ellos es como yo, me corre por las venas, las del cuerpo y las del espíritu, algo de cada uno, de los que conocí y de los que no conocí y, quizá de los que no me acuerdo porque mucho antes de mi nacimiento una familia, la mía, me vino a presentar.
Esa es la ley de la genética, aunque quisiera negarlo, tal como soy lo gritan y lo definen mis genes, de ellos vengo en forma directa. Y vieran qué alegría me ocasiona saber que, cada uno con sus cadaunadas, me conformó y me dio la oportunidad de aportar mi parte al mundo.
Cuando conocemos a alguien que no nos gusta tanto, nos parece excelente que no se parezca a nadie, al menos eso deseamos.
Pero en la historia hay más semejanzas de las imaginadas, casi siempre los hechos que relatan tienen carácter universal; lo vemos cuando se cuenta una vida, cuando se definen los orígenes, cuando se agradece a quienes contribuyeron a recrearla, hay más parecidos que diferencias.
Sí, siento alegría al pensar que puedo dibujar, como en collage, mi propia historia y encontrar las razones y motivos de mi ser quien soy, con lo bueno y con lo malo, ya que todo contribuye al equilibrio.
Abuelos y padres son mis raíces, yo soy el árbol y, con esa fuerza, quiero tener palabras de relato, aunque no llegue a discurso, quiero decir y, con ello que se sepa, que por lo pronto aquí estoy, y después, aquí estuve, nadie ha ocupado ese lugar en la historia y, de verdad, nadie lo ocupará.
Palabras para eslabonar retratos escritos de los que me vinieron a presentar, desde antes de mi nacimiento.
Ilustración: Fotografías del archivo personal de la autora.
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