Algo se quebranta en el telar del tiempo,
un hilo de plata lleva una aguja de estruendo
y un ovillo de silencio clava sus espinas.
Despacio va creciendo un oscuro golpe,
una sombra que no teje hebras sueltas
que suena en los días donde nada define la tierra
ni las raíces que ha tocado el olvido.
Pero debe haber todavía un verso que deje un hilo claro
con un caudal de certezas en el telar de palabras mudas.
Y para bordar la urdimbre de venas,
un verso que colme la sangre fatigada.
Y que no quede escrito un lamento de seres rotos
hasta habitar los latidos huérfanos
y las arterias de la voz.
Así irá creciendo un telar en medio de la tierra
abierta a raudales,
infinita,
sin pasos heridos, sin una luz lacrimosa y aguda
y llegará recorriendo las palabras que no cierran las venas
de hilos profundos
sin ausencias y sin duelos.
Y no quedará ningún ruido de pisadas en las cenizas,
ningún grito en la garganta que suene a encrucijada
para colmar los ojos de los hombres,
en la fugacidad de las horas.
Ilustración: Yeba Namor
Me encantó!!!